Tan allá, donde llevan

¿Cómo me puedo asustar
de algo tan hermoso?

Y si me asustara
sería de mirar hacia abajo,
en lo hondo,
y de no saber qué hay tan allá.

O de mirar hacia arriba,
en ese cielo nocturno
iluminado de constelaciones
que son tus ojos,
y por lo mismo:
por no saber hasta dónde llevan.

En un caso o en el otro,
si me asustara
no sería por lo que hay
-tan allá, donde llevan-
sino por la renuncia a saberlo todo.

No hay comentarios: